martes, 25 de febrero de 2014

Antonio Machado 75º aniversario

No podía dejar este blog de honrar al que debe su nombre en el 75º aniversario de su muerte.
Por ello, os enlazo al Diario de Almería, donde mi padre ha publicado un artículo sobre El Poeta.
No dejéis de leerlo.

Diario de Almería - Palabra en el tiempo
(elalmeria.es, 23.02.2014)

lunes, 24 de febrero de 2014

Golpistas, mentiras y cintas de vídeo

Anoche, el programa Salvados de Jordi Évole emitido por La Sexta, llamado “Operación Palace”, se convirtió en un hito de la historia televisiva española a la altura de Uri Geller, Encarna y las empanadillas o el gran Gila.
El programa explicaba minuciosamente, con colaboraciones de políticos y periodistas de la época, una verdad inventada sobre aquel 23 de febrero de 1.981. Lo creyéramos o no, y conste que yo me cuento entre los primeros, el ejercicio televisivo, fue una verdadera joya cinematográfica, un alarde de la televisión, que por un momento asomo la cabeza entre el futbol y el corazón y nos demostró lo que aun hoy, en la época de las redes sociales y la comunicación on-line, es capaz de hacer.
La cosa no es nueva, ya en 1938 Orson Welles y su Guerra de los Mundos, hizo que un país entero se atemorizara ante una ficción presentada como realidad por un medio de comunicación. Y el porque tampoco es nuevo…
Aquellos ciudadanos norteamericanos de hace 76 años creyeron que estában siendo invadidos por extraterrestres violentos porque aquello podía ser cierto, o mejor dicho, como no sabían que podía ser cierto o no, puesto que nada sabían sobre el tema ni nadie les había explicado nada, era posible que los marcianos nos atacaran.
A nosotros anoche nos paso igual, creímos lo imposible, lo improbable y lo disparatado porque en esta bendita ignorancia en la que le gusta vivir a este país, todo cabe. Aunque no sepamos exactamente lo que se nos oculta, sabemos que es mucho, y que ocurre en todos los ámbitos, ya sea en la política, en la monarquía, en las grandes empresas,… así que cuando nos cuentan un cuento… nos lo creemos.
¿Cuántas falsedades nos hemos creído? ¿Cuántas verdades nos han sido ocultadas?
Estas dos cuestiones son con las que anoche nos acostamos muchos en este país, así que, señor Follonero, ¡¡¡ BRAVO !!!

jueves, 20 de febrero de 2014

Patriotas

Les gusta llamarse así, aunque su limitada razón les impida hacerse una idea de lo que eso significa.

Patriotas se dicen, a veces con tanto ahínco que remontan la existencia de su filia a los Reyes Católicos, incluso, en un alarde de malabarismo histórico, erigen a aquel legendario Pelayo en punto inicial de algo que, en sus mentes, toma la forma de España.

Patriotas se dicen, denostando ocho siglos en los que aquellos árabes, separados por abismos ideológicos e intelectuales de estos árabes, enriquecieron nuestra cultura y nuestro pensamiento de manera inmensurable.

Patriotas se dicen, mientras no son capaces de encontrar puntos en común en el diálogo ni lazos de unión más allá de “es que siempre ha sido así” o “es lo que hay”.

Patriotas se dicen, y se les ponen los pelos como escarpias cuando se les nombra la República y se rasgan las vestiduras cuando se esgrime la bandera tricolor, y hacen un esfuerzo titánico para equiparar esa idea, que supuso para esta tierra el único periodo de verdaderas libertades publicas y personales y auténticamente democrático de su historia, con otra mucho mas oscura, ruin y asesina a la que curiosamente añoran.

Patriotas se dicen, mientras intentan por todos los medios cobardes y con intenciones veladas destruir aquellos pilares sobre los que se asentó, con grandes sacrificios políticos e ideológicos, esto que hoy llamamos democracia: las pensiones, la sanidad, la educación, los derechos laborales y sociales…

Patriotas se dicen, pero apoyan toda su fuerza en algo que no nos dejaron ni Pelayo, ni los moros, ni el Cid, ni los Reyes Católicos, ni la República, ni nadie, y que es el insultante y denigrante conformismo que mostramos siempre ante las decisiones de estos salvapatrias. Y cuando, por alguna razón que les resulta inalcanzable, no es así, nos convertimos en simples terroristas urbanos alentados por no sé qué intereses espurios.

Patriotas se dicen, a la vez que se muestran incapaces de concebir un sentimiento de patria que no sea el suyo mismo: uno, grande y hasta el cuello de cadenas forjadas en el miedo y la muerte.

Patriotas se dicen, y cierran su patria a inmigrantes que prefieren jugarse su vida en un salto, en una barquilla, en un muro, mientras la abren a criminales y genocidas que se jugarán la nuestra.

Así que contra ellos, como siempre, la Historia; y con nosotros, aquel “guerrillero loco que mataron en Bolivia y cuyo fusil ya nadie se atrevió a tomar de nuevo” (*), que pese a renunciar explícitamente a patria física alguna, lanzó a los vientos un grito que deberíamos oir tal y como él lo oía: ¡¡¡ PATRIA O MUERTE !!!

(*) "Papá, cuéntame otra vez", Ismael Serrano, Atrapados en azul, PolyGram Ibérica, 1997