viernes, 13 de abril de 2012

La monja robaniños

Ayer, tuvo a bien pasarse por el juzgado de plaza de Castilla, María Gómez Valbuena, que actúa bajo el seudónimo de Sor María. Se dio una vuelta por allí, pero eso es todo, que de declarar ante el juez nada, faltaría mas, que la JUSTICIA DIVINA no puede exponerse al juicio de la humana.
Su delito es claro y cierto: robar niños, robarle un hijo a su madre mientras aun sufre los dolores del parto, diciéndole que nació muerto o que murio poco después. Así de sencillo y así de horripilantes, están siendo dados a conocer ahora casos de niños robados de la década de los 80 del pasado siglo XX, hace la friolera de 30 años. Solo 30. Y esta monja es la primera imputada en uno de estos casos, acusada de detención ilegal y falsedad en documento publico.
La idea es esta: nace un niño; alguien, ya sea el cura, la monja o el medico, decide que ese niño no va ha crecer con su familia biológica y legitima sino con otra que ellos consideran mejor, no para el niño ni para su familia original, sino para esta idea de “lo mejor para ellos” que tienen en el cabeza esta suerte de personas, perturbadas hasta la medula.
La denunciante, la madre de la niña robada, que ha logrado confirmar la relación biológica mediante las pruebas de ADN tras 30 años de lucha, afirma que la monja le quito la niña por adultera, porque el padre no era su marido.
Este es un ejemplo, y no como alguien ha dicho por ahí, que era para que los niños crecieran en una familia mejor, con mas posibilidades (mas ricos, en su idioma), de los verdaderos motivos de estos actos. Que los padres fueran rojos, que tuvieran ya muchos hijos o que no fueran católicos, eran otros de los argumentos de curas y monjas.

Que se pudran en el infierno.

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